Historia de HUARI

Hostal Huagancu

I. Historia de HUARI.

Huari, fundado como Santo Domingo de Huari el 8 de agosto de 1572, es un pueblo peruano, capital del distrito homónimo y de la provincia de Huari, ubicado en la parte central de la denominada Zona de los Conchucos, en la región Ancash.

Esta ubicada a una altitud media de 3.149 m.s.n.m., a unas 3 horas de Huaraz, y a 10 horas de Lima. Posee un clima semi-frío con temperaturas promedio de 14° en invierno y 18° en verano.

El primer asentamiento prehispánico y preinca del grupo étnico huari fue el sitio denominado Huaritambo. Este se desarrolló a inmediaciones del gran camino inca. El cronista Guamán Poma de Ayala, hablando de los tambos de esta región dice: “Huari con tambo Real y casa de Huaina Capac Inca”, aunque probablemente se halla referido al Tambo Real de Huancabamba, ubicado en Yauya, territorio que también perteneció al grupo étnico mencionado. Cuando el cronista Miguel de Estete visitó este asentamiento en 1553 puso: “es un buen pueblo”. Actualmente está reducido a ruinas.

A inicios de la década de 1560, cuando diversas órdenes evangelizadoras ingresan al territorio de Conchucos, los frailes dominicos construyeron una capilla en Huaritambo. Sin embargo, en 1572, durante el gobierno del virrey Francisco de Toledo, el capitán español Alonso de Santoyo y Valverde y los religiosos, buscaron un sitio de clima más suave y de tierras más fértiles, ya que el clima en Huaritambo era frígido y el suelo demasiado pobre. Finalmente, fundaron el pueblo en su emplazamiento actual, 5 km al sur del asentamiento prehispánico. La fundación se llevó a cabo el 8 de agosto de 1572, bajo patronato de Santo Domingo de Guzmán y la Virgen del Rosario. La reducción indígena sería nombrada Santo Domingo de Huari.

FOTO DE LA IGLESIA ANTIGUA DE HUARI

IGLESIA ANTIGUA DE HUARI

FOTO ANTIGUA DE HUARI

FOTO DE HUARI
Foto: Alejandro Castro Zorrilla

 

Primera Plaza en el antiguo Huari

A cinco km existió un obraje, explotado por los herederos de Gaspar de Espinoza, el banquero de la conquista; un claro indicio de su importancia lo dio el arzobispo Toribio Alfonso de Mogrovejo (1593) al anotar que en sus labores se ocupaban 375 indígenas, y que a su producción concurrían 90 tornos y 3 telares. El pueblo mismo contaba con 1.019 indígenas, de los cuales eran tributarios 242 y 118 se hallaban reservados para los trabajos públicos, según el censo efectuado en 1792, los indígenas eran solo 396, se registró allí 1,390 mestizos y 90 españoles. El reglamento provisional de 12-II-1821 le dio a la circunscripción el nombre de partido de Conchucos. Sin embargo, el presidente de Huaylas, Toribio de Luzuriaga dividió en Conchucos Bajo y el Alto o Huari.

En la constituyente de 1821, José María del Piélago firmó como diputado por Huari. Desde la Constitución de Bolívar, Huari aparece como provincia. Es la más antigua de Áncash, fundadora del Estado peruano que se proclamó el 28 de julio de 1821. A la ciudad de Huari llegó la carretera en 1935, penetrando desde Cátac, pasando por el abra de Cáhuish (Qawish, en runa shimi) a 4700 m.s.n.m.

En 1957 se crea una prelatura con obispado. En 1970 soporta un terremoto, con destrucción de las torres de la catedral y viviendas en un 10%. En 1945 se oficializa la creación del Colegio Manuel González Prada. Desde la década de 1960 existe un Instituto pedagógico. La ciudad cuenta con hoteles, restaurantes, Internet, estaciones de radio y televisión repetidoras.

II. ETIMOLOGÍA DE CONCHUCOS:

¿De dónde viene la denominación de conchucos, dada a las tribus establecidas entre el marañón y la cordillera  blanca? ¿Qué significa la palabra CONCHUCOS?

Los autores hacen frecuentes referencias al modo de cubrir la cabeza que tenían estas distintas tribus y que servían para diferenciarlas una de otras, llamándose por eso HUACRACHUCOS, HUAMACHUCOS, MURUCHUCOS, KONCHUCOS, etc. En todas estas palabras interviene ”CHUCU”, ahora traducimos por sombrero, pero en general significa tocado.

Las citas que vamos a hacer de Cieza de león, en su obra “La Crónica del Perú” nos van a dar la razón: “en la cabezas tienen puestos unos rodetes a manera de morteros, hechos de su lana, que nombran CHUCOS”. ”Los naturales difieren en algo a los comarcanos, especialmente en la ligadura de la cabeza; porque por ella conocidos los linajes de los indios y las provincias donde son naturales”.

De los HUARIS dice Pedro Pizarro: “Traían también los cabellos largos y unos rodetes en las cabezas que llaman ¡¡pillus!! (Trenzados) y unas hondas muy blancas alrededor”. (Descubrimiento y Conquista).

Por todas estas indicaciones de fuentes autorizadas sobre la etimología de conchucos opinamos que la palabra conchucos venga del Dios KON, tan venerado en la costa peruana y figurada por la costa peruana, figurada por una serpiente. Tal vez el tocado de los conchucos llevaba como distintivo  general este reptil, por lo menos en épocas remotas, cuando tal costumbre dio nombre de CONCHUCOS a las tribus que habitaban en esta región trasandina. En tal caso vendría de las palabras KON y CHUCU, que significa: El que lleva en el tocado al dios KON, a la manera que KON YACU es el agua o manantial de dios.

III. RELIGIÓN DE LOS CONCHUCOS:

Olvidados los hombres de la primitiva tradición religiosa sobre la existencia de un solo Dios, al que los HUARIRUNAS adoraban con el nombre de “Tic sí Wiracocha, Pacha Camaj, Runa Ruraj”, fueron abrazando poco a poco el culto de otras divinidades, llegando de esta manera a un politeísmo craso, como sucedió en todos los pueblos del antiguo y nuevo mundo con excepción del pueblo Judío, depositario de la revelación divina.

En conchuco del sur o conchuco Alto Santuario de Chavín, con su gran ídolo (Huari), fue el centro religioso indiscutible. En cocnhuco bajo o del norte principalmente en las Provincias de Pallasca y Corongo la divinidad principal fue CATEQUILLA, que poseía un suntuoso santuario en el Pueblo de Pallasca, cerca del cerro de Chonta. Su estatua era de oro. Esta divinidad era originaria de Huamachuco, de donde por la vencida, se introdujo en Pallasca.

Consideran solo como el Dios del rayo o del trueno, en cuyo honor, según Urteaga, había un mundo conservado por Garcilaso y que comienza: “Gomay, ñusta”. Poseía un oráculo, el que consultando por el Inca Túpac Yupanqui sobre si regresaría victorioso a Quito, le contesto que allá morirá, como lo confirmo el evento. Por esa razón su hijo Huayna Capac incendio el templo, pero los sacerdotes salvaron al ídolo, trasladándolo furtivamente a Cabana, donde fue destruido más tardes por el famoso P. Cano, a fines del siglo XVI, aunque algunos dicen que los indios lo volvieron a salvar, llevándolo al Tauca donde lo escondieron y donde debe permanecer hasta ahora.

Además de estas divinidades, que podemos llamar mayores, rendían también culto a sus dioses totémicos: el cuntur, el puma, la serpiente; a los cerros, los años quebradas y en general a todo lo que la naturaleza infunde respeto a temor. Igualmente los restos de sus mayores, llamado MALLQUIS y otros genios o diosecillos penates. Principalmente las ILLAS, piedrecitas en forma de mazorcas de maíz de animales, destinados a proteger y dar fecundidad al ganado a promover las buenas cosechas; todo ello era objeto de culto particular.

El culto al sol o a la luna ha sido exclusivo de los  Incas; ha sido común a todos los pueblos paganos, como enseña la Historia de las religiones. Por consiguiente hay que suponer o mejor, admitir que este culto no fue ajeno a los conchucos, como puede comprobar por las imágenes del sol y de la luna hallada en Chacas, Mallas, etc., grabados en piedra.

IV. IDIOMA DE LOS CONCHUCOS:

El Quechua que en conchucos se habla es muy parecido a del Cuzco; pero los consonantes explosivas se han suavizado y algunas particularidades que indican lugar son distinta entre nosotros.
Ejemplo: Huarichu, en lugar de Haripi, En Huari; – Huaripita, en lugar de Huarimanta, desde Huari, etc.

Debe haber también rezagos de un idioma hablado antes del quechua, lo que se nota principalmente en las toponimias, que deficientemente se pueden asimilar al quechua, como Tashta, Sharco, Paras, Ruris, Huachis, Huacchis, etc.

Nuestro quechua, por ser idioma de un pueblo que no alcanzo las cumbres de la cultura humana como Grecia y Roma, es inadecuado para las ideas abstractas y los dogmas del cristianismo, lo que hay que explicar mediante rodeos o paráfrasis y para ello hay que tener mucha experiencia, tanto en el uso del idioma como en la práctica de catequizar a los indígenas. Pero en el uso común y corriente, el quechua se presta a las mil Maravillas.

El uso de quechua ha sufrido la influencia del castellano y esta influencia se va intensificando de día en día, esto se nota a cada rato. En el hablar familiar es frecuente el empleo de palabras castellanas a un habiendo la correspondiente quechua. Así en lugar de decir “mañacumi”, “estoy rogando”, se dice “rogacumi” en lugar de decir “yanucamuy”, “ponte a cocinar”, se dice “cusinacamuy”, etc.

-Es necesario aclarar que para conocer la Historia de Huari se cuenta con muy poca bibliografía y documentación sobre esta zona, razón por la cual acudimos a los trabajo realizado por el Arqueólogo Bebel Ibarra Asencios.

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